La Toscana siempre ha sido uno de los lugares más bellos y románticos de la vieja Italia por excelencia, retratada en un sinfín de películas y novelas como escenario principal. El entorno natural que rodea esta tierra está lleno de matices de colores, campos, praderas, pueblos y ciudades que conservan sus orígenes históricos. Es un lugar ideal para viajar en pareja, pero también puede ser un destino atractivo para familias o amigos que quieran disfrutar de un viaje tranquilo, bonito y cultural.

Florencia y Pisa

En el corazón de La Toscana encontramos la ciudad más importante del Renacimiento, Florencia, cuya catedral y baptisterio aglutina a miles de turistas cada año, junto a los museos de arte y, por supuesto, los jardines y palacios de los Medici. En orden de importancia turística, a Florencia le pisa los pies, y nunca mejor dicho, la pequeña Pisa. Es una ciudad muy bella, pero ofrece muy poco qué ver. Normalmente suele ser elegida como excursión para visitar en un día porque aparte de la famosa torre inclinada no hay mucho más por ver. La zona está abarrotada de gente que se hace fotos en la distancia tratando de sujetar la Torre, y tú te verás tentado de seguir a la multitud.

Lo más destacado de La Toscana

Otros lugares de interés en La Toscana son la ciudad medieval de Siena, con su plaza en forma de abanico y sus carreras de caballos durante el verano, así como la pintoresca Región de Chianti. Las murallas mejor conservadas de Italia se encuentran en esta región, en la ciudad de Luca, sobre las que se puede caminar y montar en bici. Las aguas termales de los balnearios y spas históricos de Montecatini Terme con actuaciones musicales permiten al visitante relajarse y disfrutar de la tranquilidad de las vacaciones.

La gastronomía toscana

Destacan dos entrantes: los crostini y la panzanella. Los primeros son lonchas de pan tostado con varios tipos de paté, mantequilla y aceituna o alcaparras. La segunda proviene de la vida campestre: un pan mojado en agua y untado con tomate de pera, cebolla, aceite de oliva, vinagre y albahaca. En cuanto a primeros platos, que no se os olvide el minestrone, la zarzuela de pescados cacciucco en Livorno y la popular ribollita en Florencia.