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Consejos de viaje
Sus extensos prados llenos de olivos y de vides, la amabilidad y cercanía de sus habitantes, lo excelente de su gastronomía y lo inigualable de su riqueza histórica y cultural son sólo algunas de las características que hacen que el territorio italiano de La Toscana sea único e inolvidable.
Aquí es donde comenzó uno de los periodos más prolíficos de la historia de la humanidad: el Renacimiento. Artistas como Miguel Ángel o Rafael dejaron un legado de incalculable valor que todavía, varios siglos después, conserva su espectacular belleza. De entre todas las ciudades y pueblos de La Toscana, Florencia es, posiblemente, uno de los más conocidos. Las muestras arquitectónicas, esculturales o pictóricas no dejan indiferente a nadie. La Cúpula de Santa María del Fiore, de la Catedral de Florencia, el David del ya citado Miguel Ángel, El nacimiento de Venus de Boticelli... son solo algunos ejemplos de las muchas obras repartidas por la ciudad.
Una de las visitas ineludibles para todo aquel que acuda a La Toscana es la fotogénica Torre de Pisa. La mundialmente famosa torre inclinada se alza sobre un verde prado y permite pasar un rato agradable y divertido. Siena, San Gimignano o Lucca son otros de los pequeños secretos que guarda la región italiana.
Las grandes extensiones de viñedos, los senderos que recorren las montañas o los pequeños lagos y pueblos costeros son el escenario ideal en el que pasar una jornada agradable descansando y practicando deporte. Además, la gastronomía se configura como el otro gran reclamo de esta zona de Italia. Pastas, pizzas, quesos, aceites de oliva o vegetales frescos y sabrosos, sin olvidar algunos de los mejores vinos del mundo, pondrán el broche final a unas vacaciones de lujo.