Consejos de viaje
Un marcado acento y unas calles repletas de vida son los primeros signos que nos anuncian que estamos en Nápoles. El desparpajo de sus habitantes, el desorden generalizado y las mejores pizzas del mundo conforman así la esencia de un pueblo tan peculiar como acogedor. En Nápoles se pueden degustar, dicen, las mejores pizzas de Italia. Pero éste también es el paraíso de la comida callejera: el crostino napoletano, la pizza frita o los arancini di riso son la mejor forma de disfrutar de los intensos sabores de esta ciudad.
Un buen recorrido para conocer la cultura de Nápoles es el que te llevará por el Museo Arqueológico Nacional, Castel Nuovo, el Palacio Real o la Galería Umberto I, desde donde puedes dirigirte a la magnificiente Plaza del Plebiscito. Para desconectar del ajetreado ritmo napolitano, nada mejor que organizar una excursión a la cercana isla de Capri, máxima expresión del lujo y la sofisticación, o a la zona volcánica de los Campos Flégreos, donde seremos testigos de la actividad que emerge del fondo de la tierra.
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