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Consejos de viaje
Nos encontramos en la punta de la bota de Italia, bajo la influencia de los mares Jónico y Tirreno que ofrece a estas tierras un clima acogedor con playas coloridas, costas rocosas, litorales arenosos y una naturaleza salvaje llena de huellas históricas. Calabria es un lugar digno de visitar tanto en invierno como en verano, con muchas posibilidades de acampar.
En sus más de 800 km de costa, podemos encontrar una de las playas consideradas más bellas del mundo: Capo Vaticano, poblada de árboles antiquísimos y arena fina. Tierra adentro, comenzamos una aventura por la naturaleza del lugar que queda estupendamente representada en los parques naturales de Aspromonte, Pollino, Serre y Sila, donde podremos observar algunas maravillas como las patriarcas vegetales, las fiumare o las grandi pietre. En cuanto a legado histórico, qué decir del Museo Nacional donde hallaremos un gran trozo de la Magna Grecia, especialmente a destacar los héroes llamados "Bronces de Riace".
Si estamos pensando en realizar actividades, el mar de Calabria nos ofrece sol y playa, pero también deportes acuáticos como kitesurf, windsurf o buceo por los impresionantes fondos marinos con restos de la Segunda Guerra Mundial. Las posibilidades aumentan si realizamos alguna excursión al río Lao, donde podremos hacer senderismo, caynoning (bajar con cuerdas con ayuda profesional) y rafting. También encontramos la posibilidad de aprender a orientarse en el espacio a partir de un simple mapa y una brújula, es lo que se conoce con el nombre de orienteering. Finalmente, para los amantes del riesgo también existe la opción de sobrevolar los increíbles paisajes, enganchados con firmeza a la silla de un parapente, y disfrutar de la belleza de la región desde una perspectiva única.
Calabria se caracteriza por sabores intensos, con protagonismo del popular peperoncino (una guindilla picante), en platos tradicionales locales como la n'duja (carne de cerdo de untar), las bruschette (tostadas de pan), la sardella (salsa de sardinas) y muchos platos de pescado. Finalmente, al igual que en el resto de las regiones italianas del sur, destaca el riquísimo aceite de oliva, los diferentes vinos con denominación de origen, la gran variedad de pastas y algunos licores especiales hechos con regaliz, confituras, hierbas o miel. Sin duda, Calabria es un lugar para ver, sentir y probar.
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