El Camping du Paquier Fane está situado cerca del pintoresco pueblo de Chagny, en el corazón de los famosos viñedos de Borgoña, y ofrece a los visitantes una atractiva mezcla de belleza natural y riqueza cultural. Los huéspedes pueden explorar fácilmente atracciones cercanas como la Voie des Vignes, ideal para pasear en bicicleta entre rústicos muros de piedra y ordenadas hileras de viñedos, y descubrir lugares históricos como la Catedral de Saint-Vincent y el encantador centro de Chalon-sur-Saône. A poca distancia, la ciudad de Beaune desvela tesoros culturales, como los Hospices de Beaune – Musée de l’Hôtel-Dieu y el Musée du Vin de Bourgogne, mientras que el vibrante mercado de Chagny anima el ambiente local cada domingo. El establecimiento ofrece una variada gama de alojamientos adaptados a las distintas necesidades, incluyendo opciones como el Taos (Mobil Home Luxe) con sus dos camas individuales, una cama doble y sofá cama, el espacioso Grand Large, el Mobil Home para 2/4 personas con una habitación doble y sofá cama doble, así como el Chalet y el Chalet PMR, cada uno diseñado para un máximo de cuatro huéspedes con una habitación doble y literas. Para los que buscan aventura, el Tente Safari tiene capacidad para cinco huéspedes con una mezcla de camas individuales, dobles y literas, y el atípico Tonneau ofrece una estancia única para dos con una acogedora cama doble, mientras que el compacto Mini Wood es la solución ideal para parejas. Además, dispone de amplias parcelas de acampada en zonas de hierba, con y sin electricidad, con opciones especiales para cicloturistas y peregrinos. Entre los servicios del camping se incluyen un restaurante, un bar, una tienda con reparto diario de pan fresco, WiFi, aparcamiento, instalaciones para mascotas y acceso para discapacitados, además de lavandería, seguridad nocturna, conexiones eléctricas, eliminación de aguas residuales y espacios seguros para bicicletas y campistas. Los huéspedes también pueden disfrutar de actividades recreativas como una piscina municipal a sólo cincuenta metros de la entrada, excursiones culturales y naturales a lo largo de la Ruta 71 Bourgogne du Sud, tomar el sol, practicar deportes en una pista de tenis, catas de vino, visitas a pueblos históricos, y ciclismo a lo largo de pintorescas rutas de canales, todo ello contribuyendo a un refugio auténtico y familiar que invita a los visitantes a redescubrir los ritmos lentos y genuinos de Borgoña.